La Neuro divergencia no es un "Daño Universal": Desmantelando el Mito de la Falla Cerebral
Los diagnósticos de Autismo, TDAH y Altas Capacidades Intelectuales a menudo se presentan como listas de "déficits" y "síntomas". Se nos ha enseñado a ver la neuro divergencia como una falla, un cerebro que funciona mal. Pero, ¿y si te dijera que el problema no está en el cerebro, sino en el entorno?
Esta visión se basa en un concepto que llamamos "daño universal". En Vive Neurodivergente, proponemos que las dificultades de la neurodiversidad no son un daño universal, sino un daño contextual. Comprender esta diferencia es la clave para liberar a una generación de la vergüenza y el sufrimiento innecesarios.
El Mito del Daño Universal
En la biología evolutiva, un daño universal es una condición que te pone en desventaja para la supervivencia en cualquier entorno concebible. Pensemos en la ceguera: en la prehistoria, en el desierto o en la sociedad moderna, la ceguera es un obstáculo significativo para la supervivencia. Es un déficit que no cambia sin importar dónde estés.
La medicina tradicional, al clasificar a las neuro divergencias como trastornos o patologías, las trata como si fueran un daño universal. Implica que tu cerebro está inherentemente roto y necesita ser "reparado". Esta perspectiva no sólo es incorrecta, sino profundamente dañina.
La Realidad del Daño Contextual
A diferencia de un daño universal, el daño contextual es una dificultad que solo se presenta cuando una persona se encuentra en un entorno rígido, hostil o incompatible con su configuración cerebral. Las supuestas "fallas" de la neuro divergencia no son defectos intrínsecos, sino la reacción natural de un cerebro diverso a un mundo diseñado para un solo tipo de mente: el cerebro neurotípico.
Por ejemplo, la búsqueda constante de novedad de una persona con TDAH no es una falla de concentración. En la antigüedad, esta misma característica era un motor de exploración que aseguraba la supervivencia del grupo. La dificultad solo aparece cuando se espera que una persona con un cerebro de explorador se quede sentada en un escritorio por ocho horas al día.
La Neurodiversidad: Un Caso Perfecto de Daño Contextual
Analicemos esto con ejemplos concretos:
Autismo: La dificultad social que a menudo se asocia con el autismo no es un daño universal. En una sociedad que valora la hiper-socialización y la comunicación indirecta, puede ser una desventaja. Sin embargo, en un entorno que valora la honestidad, la profundidad y el pensamiento sistémico, la persona autista no solo prospera, sino que a menudo se convierte en un líder de su campo. ¿El "daño" es intrínseco o es causado por la falta de un entorno adecuado?
TDAH: El cerebro hiper-adaptativo de las personas con TDAH no tiene una "falla". Su regulación atípica de dopamina y norepinefrina es lo que los impulsa a la innovación, la creatividad y la capacidad de prosperar en el caos. El "daño" aparece cuando se les exige cumplir plazos arbitrarios, memorizar información sin sentido o seguir reglas que no se alinean con su motivación. Su cerebro no es el problema, el sistema rígido sí lo es.
El Rol de Vive Neurodivergente
Nuestra misión en Vive Neurodivergente es simple: no intentamos "arreglar" un cerebro que no está roto. En lugar de ello, te ayudamos a entender tu configuración cerebral para que puedas elegir o crear los entornos en los que floreces.
Dejar de ver las neuro divergencias como un trastorno es el primer paso para terminar con el sufrimiento innecesario. Cuando aceptamos que no hay un solo cerebro "normal", podemos empezar a construir una sociedad donde la diversidad sea vista como un activo evolutivo, valioso y fundamental.
